El oro en la naturaleza sólo existe como oro amarillo: es el oro puro o de 24k. Pero como el oro puro es un metal muy blando para la elaboración de joyas siempre se alea con otros metales que le aportan dureza y resistencia. La cantidad de aleación que lleve será la que determine la calidad del oro.

El oro amarillo de 18k es el más usado en España para joyería y es conocido también como “oro de ley”: lleva 18 partes de oro y 6 partes de otros metales como plata y cobre (75%-25%). Hay otros oros de menor pureza como el de 14k, que significa que se aumentó el porcentaje de metales que llevan en la aleación. Por ejemplo, el oro de 14k lleva 14 partes de oro y 10 partes de liga, y es un oro bastante utilizado en países como Estados Unidos, pero de valor inferior.
El metal con el que se alea el oro puro es el que define el color final de la aleación. Por eso el oro amarillo lleva igual cantidad de cobre y plata; el oro rosa lleva más cobre que plata; y el oro blanco se alea con paladio, plata y/o níquel, y además suele llevar un baño de rodio para asegurarse el acabado blanco.

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